domingo, 1 de abril de 2012

Llueve

Las nubes oscuras teñían de tonos grises los colores de la habitación y la lluvia constante, suave, golpeaba desde fuera, tímidamente, los cristales de la ventana como diminutas y atonales campanas. La luz que se filtraba proyectaba cada una de las lamas de la persiana sobre la pared del pequeño cuarto donde, casi a oscuras, dos cuerpos desnudos compartían su calor y su mirada en un abrazo silencioso amparando a dos corazones que latiendo al unísono, soñaban, mientras se miraban a los ojos, que se fundían en algún lugar remoto, lejos, muy lejos de este mundo.

1 comentario:

  1. Muy lejos de este mundo, en un lugar donde siempre estoy a tu lado, aunque nos separen 200 km.

    :)

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